Durante generaciones, la familia Bradford ha llevado el manto de los reyes de la capital mundial del bourbon. Su riqueza les ha brindado prestigio y privilegios, así como una división social duramente ganada en su extensa finca, Easterly. En la parte de arriba, una dinastía que según las apariencias juega con buena fortuna y buen gusto. Abajo, el personal que trabaja sin descanso para mantener la fachada de los Bradford. Dos clases divididas que nunca se juntarán.
A Lizzie King, jardinera de Easterly, casi se le arruinó la vida tras cruzar esa división. Enamorarse de Tulane, el hijo prodigo de la dinastía bourbon, no había sido nada intencionado ni deseado, y su amarga ruptura solo sirvió para demostrar que sus instintos estaban en lo cierto. Ahora, dos años después de su marcha, Tulane finalmente vuelve a casa, y lo hace trayendo consigo todo el pasado. Nadie se va a quedar sin marcar: no la hermosa y despiadada esposa de Tulane; no su hermano mayor, cuya amargura y malas intenciones no tienen limites; y especialmente no el patriarca de los Bradford, un hombre que controla todos sus asuntos con puños de hierro, con poca moral, menos escrúpulos y muchos y terribles secretos.
Las tensiones familiares, las profesionales y las intimas y privadas, se encenderán. Easterly y todos sus habitantes serán lanzados a las garras de una transformación irrevocable, en el que solo el más astuto sobrevivirá.
Resumen:
Ésta es una historia imposible desde el principio. La jardinera y el hijo de la familia rica.
El hijo pródigo vuelve cuando la madre está muriendo. Bueno no es la madre real, es la cocinera de la familia y es quien lo crió desde chico. Es como si fuere su madre. Aurora, que así se llama, sufre de cáncer. Y es terminal. Pero ella vive como si no lo tuviera.
Lizzie fue la amante de Lane, quien a su vez estaba casado con una insoportable de alta alcurnia, Chantal.
El padre de Lane engaña a su mujer. Como ésta esta en una cama, también muy enferma, no siente que realmente la está engañando.
Lizzie, por su parte, odia a Lane. Pero como pasa siempre en éste tipo de historias, y cuando comienza a compartir tiempo con él, la llama del amor renace.
La familia de Lane es un completo desastre. Descubre que su padre, no solo que la engaña a su madre, si no que es justamente con su esposa Chantal. Lane al enterarse de esto, y de paso estar con Lizzie como realmente quiere, le pide el divorcio a Chantal. Pero ésta le informa que está esperando un hijo de su padre, William.
Al mismo tiempo que todo esto ocurre, descubren que su padre fue el que orquestó el secuestro de Edward, el hermano de Lane y su propio hijo. El fin de éste secuestro era sacarlo del medio, asesinarlo. Pero los secuestradores, al no recibir la paga que se le había prometido, dejan a Edward discapacitado de por vida.
Gin, la hermana de Lane y Edward, se guarda para sí que su hija es producto de una aventura con Samuel T., mejor amigo de Lane y abogado de la familia.
William, al perder una fortuna, empareja a Gin con un desalmado y abusador que la viola sin importarle nada. De ésta forma recuperaba el dinero que había perdido pero no todo.
Lane descubre lo que había pasado con el dinero de la familia e hipoteca la casa.
La familia Soutton son quienes les dan el dinero. La hija de ésta familia siempre estuvo enamorada de Edward e incluso sabiendo que Edward solo contrata prostitutas para calmar el fuego carnal, se hace pasar por una para poder estar con él.
Lizzie se entera de que quisieron inculpar a Lane de haber golpeado a Chantal por lo que lo aleja. Aún así se entera de la verdad por lo que "vuelve con él".
El problema se agranda cuando descubren el cuerpo de William sin vida. Piensan que pudo haber sido un suicidio pero sin la investigación correspondiente no lo pueden confirmar.
Opinión:
Se que este resumen no es la gran cosa. Pero el libro realmente es genial. J. R. Ward siempre escribe libros increíbles, y éste no fue una excepción. Solo espero que salga el siguiente para poder leerlo.
El personaje de Lizzie me encantó pero el de Lane me dejó un poco de sabor amargo. Como que no tenía las bolas para hacer lo que realmente quería que era estar con Lizzie. Y peor aún enfrentarse a su padre. Como William muere no hizo falta enfrentarlo pero aún así vuelvo a decir que le faltaron bolas jajaja.
El personaje de Lizzie me encantó pero el de Lane me dejó un poco de sabor amargo. Como que no tenía las bolas para hacer lo que realmente quería que era estar con Lizzie. Y peor aún enfrentarse a su padre. Como William muere no hizo falta enfrentarlo pero aún así vuelvo a decir que le faltaron bolas jajaja.
Saludos!!!!!!!!!
Scarlet
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